Herramientas para cuidadores: Cómo y dónde pedir ayuda
- Ceci Mora
- 8 ene
- 3 Min. de lectura

Bienvenidos a nuestro tercer post en el Blog de la Dra. Cecilia Mora Huber.
Hoy queremos reconocer a quienes realizan la noble labor de cuidar a un ser querido o paciente. Este proceso implica desafíos significativos que, con el tiempo, pueden llevarnos a descuidar nuestras propias necesidades, priorizando el bienestar ajeno. Esta sobrecarga física y emocional puede afectar nuestra salud mental y física, disminuyendo nuestra capacidad para cuidar de otros.
Si ya identificaste que padeces sobrecarga del cuidador, es importante comenzar a poner manos a la obra en el autocuidado y en regalarte algunos minutos adicionales en el día para ti.
¿Cómo pedir ayuda?
En primer lugar, es fundamental identificar tus necesidades. La mayoría de los cuidadores, además de dedicarse al cuidado continuo (que puede abarcar las 24 horas del día), también realizan tareas adicionales como transporte a consultas médicas, administración de medicamentos, compras de alimentos y limpieza del hogar. A menudo, estas responsabilidades se suman a su empleo y al cuidado de sus hijos.
Por ello, es crucial analizar en qué áreas de tus actividades de cuidado y asistencia podrías delegar tareas, con el objetivo de liberar tiempo para ti.

Por ejemplo, quizás identificas que sería útil recibir apoyo en áreas de asistencia que consumen mucho tiempo, como el transporte a citas médicas, la limpieza del hogar, las compras o la preparación de alimentos. Ese tiempo podría destinarse a tu autocuidado, a disfrutar con tu familia o a enfocarte en tu trabajo.
También existen opciones específicas para aliviar las tareas de cuidado. Por ejemplo:
Cuidadores de relevo: Personas capacitadas que pueden continuar con las actividades de cuidado en tu ausencia.
Centros de día: Espacios donde se realizan actividades cognitivas y de rehabilitación para adultos mayores, permitiéndote contar con las mañanas libres para trabajar o dedicar tiempo a ti mismo.
Centros de cuidados especializados: Una opción válida en casos donde la fatiga del cuidador impide realizar los cuidados adecuados, o cuando la enfermedad del adulto mayor requiere atención avanzada y especializada.
Es importante recordar que priorizar tu bienestar no solo beneficia tu salud física y emocional, sino también la calidad del cuidado que brindas. Delegar tareas y buscar apoyo es un acto de autocuidado necesario y valioso.
¿Dónde pedir ayuda?
Los geriatras denominamos al cuidador como "el paciente invisible", ya que, a lo largo del proceso de enfermedad y cuidado del adulto mayor, sus necesidades suelen ser eclipsadas por las crecientes demandas de la persona que recibe el cuidado. Esto puede llevar al cuidador a aislarse de la familia y a percibir que es la única persona capacitada para brindar atención.
Aunque la experiencia puede conferirle excelentes habilidades de cuidado, cuando aparece la sobrecarga del cuidador, es crucial ampliar la red de apoyo, involucrando a la familia, amigos, la comunidad e incluso profesionales, para aliviar el estrés acumulado por la creciente demanda de cuidados.
La asertividad es esencial en este proceso. Haber identificado tus necesidades como cuidador facilitará que las personas que integran tu red de apoyo comprendan claramente las funciones que necesitas que realicen, ya que, desafortunadamente, no tienen la misma experiencia que tú.
Algunos ejemplos son:
"Me sería de ayuda el apoyo económico para contratar una empleada doméstica que realice las funciones de aseo del hogar y la preparación de alimentos."
"Necesito que seas mi cuidador de relevo los días martes y jueves de 8:00 a 14:00 hrs porque es el horario en el cual acudiré a mi empleo."
"Necesito apoyo para el traslado de mi familiar los días lunes, miércoles y viernes a las 10:00 am, que acudirá a su centro de día, mientras yo atiendo mis consultas médicas."
Ser específicos con nuestras necesidades permitirá que tu red de apoyo tenga una idea más precisa de las funciones que deben realizar. Delegar te permitirá descansar de la fatiga física y mental que implica organizar y realizar las actividades de cuidado.
Recuerda, el descanso es un derecho. Pedir ayuda para fomentar tu descanso o atender tus prioridades personales no es un acto egoísta; es una necesidad fundamental para mantener tu bienestar y la calidad del cuidado que brindas.

¡Gracias por tomarte el tiempo de leer mi publicación! Espero que la información sobre cómo los cuidadores pueden solicitar ayuda te sea de utilidad. Te animo a compartir tus experiencias y sugerencias en los comentarios; tu participación enriquece nuestra comunidad. Si este contenido te ha resonado, no dudes en dejar un ❤️. ¡Tu apoyo es invaluable! 😊
Fuentes
-Rodríguez García RM, Lazcano Botello GA, Medina Chávez H, Hernández Martínez MA, editores. Práctica de la geriatría. 3ª ed. México: McGraw-Hill Interamericana; 2000.
-Guía de referencia rápida IMSS-781-15: Detección y manejo del colapso del cuidador.
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